Si estáis esperando un post sobre la comida sin gluten en Rivera Maya siento deciros que no será éste ;) Ya que los nervios que habíamos hecho antes de la boda y las interminables caminatas por Nueva York hicieron que llegáramos al hotel con ganas de descansar.
Y así fue, descansamos y comimos, sólo hicimos eso. La única pega que la naturaleza lleva su curso y fue imposible bañarnos en la playa ya que estaba llena de algas, pero bueno en la piscina del hotel tampoco se estaba nada mal.