martes, 13 de marzo de 2018

Lactancia materna. Nuestro momento

Hace tiempo que tenía este post en pendientes pero quería escribirlo una vez que hubiéremos finalizado esta etapa tan bonita para contaros todo en una misma entrada.

Empezaré desde el principio. Como ya os conté My Baby GF nació en las semanas 38+5.
Tenía muy claro que quería darle el pecho. Pasé todo el embarazo leyendo sobre el tema  (Al final del post os dejaré los enlaces por si alguna mami los necesita) y era algo que me hacía especial ilusión.
Jorge pesó 2,750 Kg y a diferencia de lo que nos dijeron en el curso de preparación al parto del hospital donde di a luz, Vithas Virgen Del Mar de Almería, nada más nacer no se me puso en el pecho. Bueno tampoco me dejaron hacer el piel con piel porque al ir a destaparlo la enfermera me dijo que no, que se enfriaba. En esos momentos no cuestionas nada por mucho que sepas que los bebés necesitan coger el pecho cuanto antes y los beneficios que tiene hacer el piel con piel.
Días después sólo piensas en que qué pena haber dado a luz en ese hospital, qué pena que te vendan el vinculo madre e hijo, que favorecen la lactancia materna y que la realidad sea otra, qué pena que en un hospital siga habiendo personal sin reciclar, qué pena que nazcan bebés en ese entorno y qué pena que haya gente que sólo vea un simple parto cuando tú estás viviendo el momento más maravilloso de tú vida, el nacimiento de tú primer hijo. En fin. Centrándome en el tema que quiero tratar hoy os contaré cómo fue la primera vez que My Baby GF cogió el pecho.

Estábamos ya en la habitación cuando la enfermera me preguntó que qué quería hacer. Yo le conté la idea que llevaba a lo que ella me respondió que Jorge no tenía reservas y que lo mejor era darle una ayudita.
En esos momentos piensas en que es lo mejor para tu bebé, y una vez más no cuestionas la decisión del profesional.